El pescador, ¿naturalista de boca en boca?

Naturalmente Badajoz emprende su andadura en su puesta de largo surcando nuestros charcos con fines naturales. Lo haremos sin tapujos o tópicos que traten de justificar nuestra presencia en las aguas, dulcificando el impacto que sin duda el pescador crea en las aguas y su entorno. Ya lo contamos y mostramos nuestra intención de acometer una actividad, sin que, a río revuelto, sea ganancia de pescadores, porque nunca pretenderemos nadar entre dos aguas. Prometimos ser claros como el agua, sin otro deseo que encontrarnos como pez en el agua. Sin otro objetivo, que al final de nuestra jornada de pesca, todo el mundo tenga la certeza de que el pescador, es sin duda, un naturalista.

La pesca y su entorno.

Al apreciar nuestros charcos y reparar en su entorno, observamos la presencia de colillas en lugares donde ocupamos nuestras jornadas de pesca.

Debemos conocer que estos residuos no son biodegradables y acumulan elementos tóxicos que suponen un serio riesgo para la fauna. Al respecto, la Universidad de Longwood (Estados Unidos) realizó un estudio sobre el efecto de los elementos liberados de colillas sobre la pulga de agua (dafnia, que abundan en las aguas dulces de todos los biótopos), crustáceo base de la cadena alimenticia piscícola, en la que concluye que, por concentraciones de menos de 0,125 colillas por litro, las pulgas de agua mueren en menos de 48 horas y en la que una colilla provoca la contaminación de ocho litros de agua. No queda ahí, los efectos de tirar al suelo o al agua una colilla, por su contenido en plomo, mercurio, fenol y amoniaco, contaminan hasta 500 litros de agua, sin entrar en los riesgos que provocan en los incendios forestales.

La Ley 11/2010, de 16 de noviembre, de Pesca y Acuicultura de Extremadura

En su artículo 57, de las Infracciones menos graves en su apartado 12.º, contempla como, objeto de aplicación de este artículo, el arrojar o verter a las aguas, o a sus inmediaciones, basuras o desperdicios, así como residuos sólidos o líquidos, del que, en su aplicación lleva consigo una sanción de 501 a 5.000 euros de multa.

Sorprende ver la presencia de numerosos plásticos, envases y latas, que siempre el pescador argumenta, que él no los arroja, aunque nos sorprende, las bolsitas de cebos, estuches de rápalas y otros envolventes que solo utiliza el pescador en su actividad deportiva. Existen estudios que determinan que las basuras plásticas, permanecen años o incluso siglos sin destruirse en la naturaleza. Seamos serios y consecuentes con lo que hacemos, y pongámonos en marcha para recuperar nuestros espacios.

La pesca y especies invasoras.

¿Son estas las únicas actividades del hombre que impactan en nuestros ríos?, Naturalmente Badajoz se pregunta, ¿quién introdujo en nuestros charcos a las especies exóticas como el Black-Bass, Percasol, Alburno, Carpa, Gobio, Carpín, Pseudorasbora, Chanchito, Pez Gato, Lucioperca, Perca y Gambusia?, ¿qué objeto tenían estas introducciones?, ¿tener bonitos nuestros estanques y acuarios?, ¿fomentar modalidades de pesca?, ¿utilizarlos como cebos? o acaso lo hicimos para ¿eliminar la larva del mosquito que produce el paludismo?. Cuando esto se hizo, ¿reflexionamos sobre las otras especies que con nosotros evolucionaron en los charcos en cuyas orillas establecíamos nuestras viviendas?, ¿dejamos a estos últimos peces que continuaran su evolución que la Madre Naturaleza les había establecido para que el “pez grande se comiera a al pez chico”?. Dejo las respuestas a nuestras preguntas a cada uno de los pescadores buenos que hayan aguantado leyendo hasta este párrafo.

La Pesca, el Lucio y el Siluro.

¡Ah!, ¿qué me olvido del Lucio y el Siluro?, no me olvido, dejo una mención especial dirigida a ellos y vuelven a salir nuevos interrogantes, ya que un lucio o un siluro que pueden alcanzar de 10 o 100 kg respectivamente, para alimentarse, ¿cuántos barbos y bogas se comen al día?, si uno de ellos en el Ebro a los pies de la Basílica del Pilar Zaragoza ha podido comerse palomas, ¿respetará a las Garzas Cangrejeras, a los Calamones u otras especies acuíferas? Todo no vale, el anhelo de una vistosa fotografía, que circulará por las redes alardeando de haber pescado un lucio de 15 kg o un siluro de 100 kg, ¿justifica cuantos barbos, bogas, garzas y ánades están encarnadas en su anatomía? y no quiero contestar a esa pregunta, porque yo, también he disfrutado de su pesca.

En nuestras manos.

Los pescadores tenemos que ponernos las botas y respetar a nuestros congéneres piscícola, dejando de tirar las basuras, denunciando extracciones de aguas y áridos sin control que degraden los espacios donde se desenvuelven nuestros peces, oponiéndonos a la creación de nuevas barreras que impidan su flujo migratorio y exigiendo que se faciliten los accesos adecuados, y por último, no introducir especies que de nuevo puedan ser invasoras. Luego, podremos exigir que nos dejen acampar al lado de nuestros charcos, que podamos disfrutar de la pesca de la carpa sin muerte y poder disfrutar de la pesca nocturna.

Naturalmente, queremos la pesca.

Aún estamos a tiempo para poder quedar con nuestros amigos, preparar las fiambreras, nuestras cañas largas con los elementos de flotador o fondo, las pequeñas cañas de lanzada o mosca y desplazarnos a ese rincón del charco, donde podremos pasar el próximo fin de semana, pero ese derecho, debemos ganárnoslo, respetando todo lo que durante nuestras pescadas, se nos presente, demostrándoles a las autoridades que el emblema de nuestro deporte, no es otro, que respetar y favorecer a nuestros vecinos del AGUA.

Reglamento de pesca

Cuestiones a tener en cuenta en pesca

Real Decreto 1628/2011 – Listado y catálogo español de especies exóticas invasoras

LEY 11/2010 – Pesca y Acuicultura de Extremadura

Orden de pesca

Orden general de vendas de pesca

Sentencia de especies invasoras