La Caza en Extremadura, bastión excepcional de la Naturaleza

Caza y Naturaleza
La importancia económica y natural de la Caza en Extremadura, hace de esta región de España uno de los rincones naturales excepcionales de la Península Ibérica. Donde hay conejos (base fundamental de la cadena alimenticia de los depredadores), hay linces, rapaces, y diversidad natural. Al practicar el deporte cinegético, será fácil ver esteparias como avutardas, sisones y ortegas. Ante la riqueza de piezas de caza mayor, el Lobo ibérico, empieza a hacer acto de presencia en nuestros bosques. Donde hay caza, hay diversidad ecológica. Por ello, además de la importancia económica. La base del equilibrio radica en ser naturalista, respetuoso y cuidar los terrenos cinegéticos para que no falten los animales en nuestros cotos. Caza sí, pero sostenible para que la Naturaleza fluya.


Caza sostenible
No todo vale cuando salimos al campo con una escopeta, si el cazador es conservacionista habrá caza. Un coto de caza, no es solo la cancha donde practicamos un deporte, es también donde otras especies se desarrollan. Es el lugar de encuentro con ellas, de actividades agro pecuaria que hacen sostenible el terreno. ¿Qué amante de la naturaleza se puede posicionar en contra, cuando en los terrenos donde se avistan más rapaces sobre las cabezas del cazador, son aquellos donde más biodiversidad hay? Debemos desterrar de nuestras expresiones las palabras “Alimañas”. Son seres que ya estaban, cuando nosotros llegamos, debemos poner nombres a los zorros, meloncillos, calzadas, perdiceras… El cazador debe compartir con ellos nuestros espacios y no tratar de devastar, para que haya para todos.
Media Veda
Tórtolas comunes ¿Por qué no llegan a la Península? Justifican algunos “cazadores”, que la Tórtola turca la ha desplazado. No es cierto, una es de campo abierto y a la otra se le conoce como la Tórtola de jardín. El problema real de la Tórtola común, viene marcado por el cambio real de sus hábitos migratorios. Encuentran en Marruecos el sustento adecuado, al haber reconvertido este país sus recursos agrícolas, que le aportan alimentos, donde antes había un desierto. Evitan el paso del estrecho y la presencia de cazadores que las esperan en sus pasos habituales, comederos y bebederos. No voy hacer ningún comentario del “cazador” que dispone de recursos económicos para irse a Marruecos un fin de semana y mata tres mil tórtolas en su gran hazaña. Que además la suben a la red y presume de esas perchas.


Tórtolas, Torcaces y Codornices en Media Veda
Si nos quéjanos de que cada vez se caza menos en la Media Veda, ¿Por qué no dejamos de cazar en dos años consecutivos y probamos? ¿Qué se captura en la Media Veda?, además de las pocas tórtolas que se deciden a cruzar el Estrecho, las codornices y torcaces que se crían en nuestros cotos, cuyos inmaduros, no han adquirido las habilidades necesarias para evitar la presión del cazador. Por ello, si hacemos una moratoria de dos años, puede que volvamos a cambiar el hábito migratorio de la tórtola y que, además se establezcan definitivamente en nuestros terrenos. Naturalmente Badajoz, considera de necesidad hacer la prueba. Preparar nuestros perros, con la suelta de codornices de granjas y preservar a las otras especies. Tórtolas, torcaces y codornices, después de dos años, con su descendencia, volverán a nuestros cotos.
Cazador y Naturaleza de la mano
No debemos edulcorar los problemas reales de nuestros aliados cinegéticos. Para el cazador naturalista, por encima del número de captura, debe estar su intención conservacionista. La burocracia no puede estar instalada en los despachos y legislar con arreglo a los intereses de unos cuantos la problemática del campo. Si la Administración, no quiere alterar los hábitos de caza, por la riqueza económica que genera, ¿Por qué no persigue el fraude en aquellos cotos que cobran cuantías desorbitadas y cuyos ingresos no se declaran? ¿Qué ocurre con las Monterías en fincas de casi 30.000 hectáreas, que solo subsisten de la caza y cuestionan la presencia del Lobo Ibérico en Extremadura? Sí a la caza, pero principalmente para que las piezas cinegéticas, sean la sostenibilidad de su entorno natural. Si el Cazador y La Naturaleza, caminan juntos de forma legítima, también nuestros hijos podrán disfrutar del deporte cinegético.
Extremadura, un paraíso que demanda su conservación. Apartemos demagogias y falsedades que conocemos, cojamos de la mano nuestras aficiones ingénitas y hagamos de ellas bastión excepcional de Naturaleza.