Hoy tuve un sueño…
Naturalmente Badajoz soñando sobre sus cielos. Hoy al amanecer, sobrevolando Badajoz en un globo aerostático vi como la ciudad se desperezaba de una noche calurosa. He levitado sobre el aire, sintiendo como caminaba sobre Castelar, el Guadiana y como mis pies parecía que rozaban el Campanario de nuestra Catedral. He identificado desde el cielo, nuestros monumentos, calles y rincones. He revivido desde arriba memorias de mi infancia y he vuelto a ser muy pequeño. No ha sido un sueño, esta es mi ciudad y ahora sí puedo decir que tengo otro punto de vista de ella. Y ¿sabéis que?, esta ciudad me encanta desde donde la mire.
Una Ciudad Verde
El estío veraniego marca la temperatura extrema del clima de esta región. El forastero cree que un sol despiadado rotula nuestro paisaje como tórrido y reseco. En cambio, yo desde el cielo, disfruté de grandes mosaicos verdes y ocres tajados por lenguas de agua que roban el azul a nuestro cielo. Badajoz la Ciudad de las Aves, es verde, azul y ocre y entiendo porque Los Moritos, Garzas y Cormoranes, han configurado junto a los pacenses, su paraíso. Por ello desde hoy, decretamos alerta roja de belleza, en la que es nuestra verde y Naturalmente, Badajoz.
El Río Guadiana
Los pobladores que se han establecido en la Península Ibérica, lo hicieron junto a un rio, para los romanos era el río Ana (río de los patos). Los musulmanes el cauce lo nombraban como Wadi, dio origen al nombre actual Guadiana. El río de los patos, durante el imperio romano, era la frontera entre sus dos provincias del sur de la península, Bética y Lusitana. Augusta Emérita (actual Mérida) capital de Lusitana. Híspalis (actual Sevilla) capital de la Bética. No se como vieron los árabes o romanos, el río, yo lo veo con admiración, entendiendo porque los muchos pobladores desde todos los tiempos, se asentaron en esta ciudad y bebieron de su río.
Fortalezas, Torres y Puertas
Quedo impresionado por la fortaleza vista desde arriba de miles de metros de muralla, fortines, baluartes y torreones desde donde el vigía oteaba el asedio de su esplendor. Ibn Marwan protegió el emplazamiento de Batalyaws y su fértil comarca, desde lo que hoy es la Alcazaba mas grande de Europa. Ensanchó sus dominios y fue reconocido ante las poblaciones bajo su protección por su buen gobierno. A su muerte, la orgullosa y altiva Córdoba, lo lloró. El ADN de la esplendorosa estirpe romana y árabe conformaron el perfil del pacense que guarda en Badajoz su legado como herencia hendida sobre su viejos muros y torreones.
Desde el cielo, una ciudad dinámica
Badajoz hoy desde el cielo, se ve emprendedora, una ciudad en movimiento. Bastión importante de la Eurociudad con un manto de cultura, patrimonio y naturaleza, capaz de generar crecimiento en su comarca. Naturalmente Badajoz, la ha explorado también a vista de pájaro, y ha comprobado que es una ciudad con patrimonio cultural y natural. Esperamos contagiaros del entusiasmo que nos mueve en ella y su comarca. N.B. seguirá escudriñando, por tierra, agua y cielo, para descubriros rincones y tesoros escondidos. Y propagando a los cuatro vientos la semilla de un pasado, un presente y un futuro que la convierta en un activo que genere admiración y riqueza.